“Un domingo a las 12 de la mañana, nos reunimos un grupo de muchachos. Si hay que ser sinceros, no sabíamos para qué... En el patio del colegio, el Padre Álvarez y el hermano (ahora cura) Zanón nos esperaban... y comenzamos a jugar, a cantar y a reír... La semana siguiente aumentó el número. Teníamos entre 8 y 11 años; no sabíamos lo que éramos pero nos gustaba. Así surgió el Escultismo en Albacete. Era a finales de noviembre de 1963”.